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viernes, 26 de agosto de 2016

NOVELA DE JULIA NAVARRO: DISPARA, YO YA ESTOY MUERTO


Resumen de la Novela


La historia de Ezequiel nos lleva a la Rusia de finales del siglo XIX donde se desató una ola de violencia antisemita tras el asesinato del zar Alejandro II el 13 de marzo de 1881. Este asesinato tuvo como consecuencia los progromos de los años siguientes al culpabilizar de este magnicidio a los judíos. 




Dispara yo ya estoy muerto
Portada del libro "Dispara yo ya estoy muerto" escrito por Julia Navarro. En ella aparece la Columna de Alejandro en la Plaza del Palacio (en referencia al Palacio de Invierno junto a ella)


En la universidad de San Petersburgo donde estudia Química, Samuel, el padre de Ezequiel, entra en contacto con las corrientes socialistas de organizaciones hebreas que comienzan a promover la vuelta a Tierra Santa de los judíos tras la diáspora.




Iglesia de la Sangre Derramada en San Petersburgo
Iglesia de la Sangre Derramada en San Petersburgo donde al parecer asesinaron al Zar Alejandro II





Palacio de Invierno en San Petersburgo
Palacio de Invierno en San Petersburgo, símbolo del poder de los Zares de Rusia


Debido a esta presión sobre los judíos, Samuel, siendo un adolescente, se ve obligado a huir 
de San Petersburgo en 1898. Lo hizo furtivamente y de noche junto a su amiga Irina por caminos nevados a través de Rusia y Finlandia hasta llegar a la frontera con Suecia.





Lapland in Finland
Paisaje nevado en Finlandia



Samuel vende el carro y los caballos en Goteborg y se embarca hacia Calais, desde donde llegan a Paris. Un año más tarde, en 1899, Samuel decide ir a Jerusalén porque es lo que su padre siempre había deseado. Así que lo deja todo para embarcarse rumbo a Oriente Próximo. Lo hace en Marsella rumbo al puerto de Jaffa.




Puerto de Jaffa
Puerto de Jaffa




En Palestina la tierra es árida y poco fértil y muchas de ellas son propiedad de  militares, miembros destacados de la corte, comerciantes y gente adinerada que las recibieron como regalo del Sultán del Imperio Otomano.

Sin embargo estas tierras áridas lejanas de Constantinopla no les interesaban mucho y no tenían tampoco un apego patriótico a ellas aunque algunos de ellos fueran árabes. Las alquilaban a campesinos árabes, los fellah. Las cosechas no eran abundantes y las rentas que obtienían eran bajas así que no les importaba ir vendiéndolas a los judíos que llegaban con dinero y con ganas de trabajarlas en comunidades agrícolas.




Palacio de Topkapi en Estambul

Lujosa estancia Imperial con el trono del Sultán en el Palacio de Topkapi en Estambul


Los funcionarios turcos al principio no dificultaban la llegada de judíos ni la creación de colonias agrícolas mientras les pagaran los impuestos para envíar a Istanbul. Sin embargo esto estaba cambiando debido al incremento de inmigrantes judíos.


Ya en Tierra Santa el destino hace que Samuel, junto con otros judíos, compre las tierras donde viven los Ziad a las afueras de Jerusalén, puestas en venta por su propietario. Samuel las compra y les permite seguir viviendo con su huerto a cambio de poder construir su casa y cultivar en el otro extremo del terreno.





Jerusalen desde el Monte de los Olivos
Jerusalén desde el Monte de los Olivos


Cupula de la Roca en Jerusalen
Cúpula de la Roca en la Ciudad Santa de Jerusalén



En las tierras de Samuel se acogen a judíos provinentes de varios paises del este de Europa, como Lituania o Ucrania, conformando una colonia agrícola.

Samuel ha cumplido el sueño de su padre de vivir en Tierra Santa, pero la vida en la comunidad agrícola no es fácil. Mucho trabajo de sol a sol, viviendo con lo básico y renunciando a la individualidad en beneficio del grupo. Esto hace que Samuel se replantee en alguna ocasión la vida que lleva.



Muro de las Lamentaciones en Jerusalen
Muro de las Lamentaciones en Jerusalén


Con el tiempo se acaba creando una relación estrecha y familiar con la familia de Ahmed. Por ejemplo, entre Wadi, el nieto de Ahmed, y Ezequiel. Wadi lo salva de morir cuando les queman la casa.

Samuel se acabaría casando con Míriam, hermana de Judith e hija del médico Abraham, en cuya consulta de Jerusalén coincidieron Samuel y Ahmed. Samuel nunca estuvo realmente enamorado de Míriam porque no podía olvidar a Irina pero acaba teniendo dos hijos porque ella quería: Ezequiel y Dalida. Ella no se sentía bien en la colonia agrícola y la abandonó para ir a estudiar a Europa.






Explanada de las Mezquitas en Jerusalen
Explanada de las Mezquitas en Jerusalén


Las guerras, las revueltas árabes y acciones radicales judías, la política e intereses de las metrópolis coloniales afectan, condicionan y zarandean la vida de los protagonistas. La muerte, el sufrimiento y la tragedia se ciernen sobre muchos de los personajes. Además se ven obligados a decidir entre la religión y la familia. 




Mandato Británico sobre Palestina

Territorio del Mandato Británico sobre Palestina entre 1917 y 1948 dividido en dos a ambos lados del río Jordán (Imagen obtenida de la Wikipedia)






Diferentes situaciones distancian a las familias, puesto que para los árabes los judíos estaban invadiendo su tierra. Además tienen que tomar difíciles decisiones en la guerra para poder sobrevivir. Algunos de ellos, como Ezequiel, fueron soldados en Inglaterra o Francia durante la segunda guerra mundial.

Pocos de ellos sobreviven a estas vicisitudes, entre ellos Ezequiel. Pero el peaje pagado es muy caro. Ezequiel, ya anciano, ha sufrido mucho. Luchó en la guerra. Perdió a sus padres y hermana pero aún tiene un hijo, Aarón, y una nieta. Aunque está cansado de vivir y sufrir, aún le quedan fuerzas para proteger a su hijo, lo único que le queda en su vida.

Opinión Personal



Me gusta mucho la relación de amistad sincera entre Ahmed y Samuel a pesar de la religión. Se sentaban por la noche juntos a charlar bajo las estrellas en las noches cálidas de verano.

En cuanto a los personajes, el que más empatía me genera es el de Míriam, la mujer de Samuel. Discreta, tranquila, comprensiva, cariñosa y conciliadora. 


La novela es un poco lenta en algunos tramos y quizás demasiado extensa. La primera parte de Samuel en San Petersburgo y París no me enganchó mucho y podría ser más breve. Pero con la llegada de Samuel a Tierra Santa se hace mucho más entretenida seguramente por la aparición de nuevos personajes y la relación existente entre ellos. También porque el entorno rural a las afueras de Jerusalén donde vive Samuel junto a los Ziad me resulta más agradable y evocador.


El estilo es ameno con un vocabulario sencillo, sin descripciones densas ni caracterizaciones psicológicas muy profundas de los personajes.

Seguramente lo mejor de esta novela es que proporciona las claves histórico-políticas del conflicto en Oriente Próximo vividas en primera persona por los personajes. Algunos combaten en las Guerras Mundiales, otros en las revueltas árabes, otros sufren en Campos de Concentración etc. Quizás profundiza demasiado en el contexto histórico y menos en algunos de los personajes.


Finalmente, a continuación puedes ver una lista de otros libros interesantes que he leído:




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