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viernes, 17 de noviembre de 2017

EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA


Un caballero vivía en un castillo con su mujer Juliet y su hijo Christopher, un precioso niño con los cabellos dorados. A pesar de tener una mujer sensible, aplicada y bella y un hijo maravilloso, solo pensaba en ir a las cruzadas a matar dragones y rescatar doncellas. Con ello quería mostrar lo buen caballero que era y ganar prestigio y dinero para vivir cada vez en un mejor castillo y tener mejores caballos.



El Caballero de la Armadura Oxidada
Portada del libro El Caballero de la Armadura Oxidada


Por eso siempre estaba dispuesto a salir al galope con su caballo a la mínima oportunidad. Tal era este deseo de rapidez, y tanto amaba su armadura que tanto prestigio le daba, que comenzó a vivir con ella puesta. Se admiraba constantemente en el espejo.  Comía, dormía, recitaba largos monólogos sobre sus gestas con ella puesta. Olvidó el tacto de las cosas, escuchar a su mujer, atender a su hijo. La armadura también le protegía de aquello que no quería oir y le impedía sentir dolor.

Cuando su mujer le amenazó con abandonarlo, el caballero reconsideró el llevar puesta su armadura e intentó quitársela. Horrorizado descubrió que no podía. Su mujer debía triturarle la comida y introducírsela por la visera. Su hijo se estaba olvidando del aspecto de su padre. Así que cansado de la situación, fue a pedir consejo al rey para quitarse la armadura, quien sin embargo no se encontraba en su castillo. A punto de marchar, un bufón le dijo que fuera a un bosque lejano para encontrar al mago Merlín. Antes de que el caballero partiera, el bufón le dijo:

"Todos estamos atrapados en una armadura"
"Cuando la armadura te hayan sacado, sentirás el dolor que a los demás has causado"

El bosque estaba lejos y el caballero se pierde y tarda mucho en llegar. Tiene una cura de humildad. Se da cuenta de que había muchas cosas que no conocía y que no era muy hábil sobreviviendo en el bosque. Además, con la armadura y la visera cerrada le cuesta beber y comer con lo que, tras meses de búsqueda, está muy débil cuando el mago lo encuentra a él en el bosque. El mago le dice: "realmente has estado perdido toda la vida". Tras este comentario el caballero quería huir pero estaba demasiado débil. Merlin se alegra porque: "Una persona no puede correr y aprender a la vez" y le dijo que se puso la armadura porque tenía mucho miedo.

Durante un tiempo descansa y se repone junto a Merlín, que poco a poco y mediante diálogos algo irónicos y crípticos le va haciendo entender cuáles han sido sus errores y como solucionarlos. Algunas de las enseñanzas de Merlin serían:


  • A veces las personas no son conscientes del camino que siguen y creen que están perdidas.
  • ¿Cómo puedes cuidar a los que quieres si no eres capaz de cuidar de ti mismo?
  • Hay que aceptar las cosas como son. Cuando aceptas la vida, esta pasa de amarga a agradable y finalmente a deliciosa.
  • Si realmenter eres bueno, ¿por qué tienes que demostrarlo?



Una vez está recuperado, el caballero puede irse. Para ello tiene dos caminos. El camino por el que había llegado que le llevaba a lo mismo: falsedad, codicía, odio, envidia, celos, miedo e ignorancia. O bien el camino de la verdad. Era muy estrecho y empinado, más cuanto más se acercaba a la cima, con lo que debía recorrerlo con armadura ni caballo. Hay que ser muy valiente para recorrer el camino de la verdad. Además, para llegar a la cima debía atravesar tres castillos:

  • El Castillo del Silencio
  • El Castillo del conocimiento
  • El Castillo de la voluntad y la audacia


Aún así, decide emprenderlo para recuperar a su mujer y a su hijo. El libro sigue con el relato de cómo el caballero recorre este camino, de cómo consigue salir de todos los castillos y de cómo consigue ir progresivamente desprendiéndose de su armadura camino de la verdad. Mientras recorre este camino el caballero tendrá que luchar por aprender a quererse y no luchar para matar dragones. Tendrá que comenzar a quererse a sí mismo.


Castillo del Silencio


Cuando aprendes a estar en silencio, comienzas a ver las diferencias en otras formas de vida porque también comienzas a ver las diferencias en tí mismo.

Cuando aprendemos a aceptar en lugar de a esperar no tenemos tantas decepciones por expectativas incumplidas.

La mayoría de nosotros estamos atrapados dentro de nuestra armadura. Levantamos barreras para proteger quién creemos que somos.

Sin embargo, en silencio no puedes esconderte de ti mismo. Tienes que aceptarte a ti y aceptar tu vida tal y como es. Tenemos que perder el miedo a estar solos. Debemos aprender a escuchar el silencio porque así aprenderemos a escuchar a los demás y seremos sensibles a la belleza de nuestro entorno. En silencio aprenderemos a escucharnos, a escuchar a nuestra conciencia, a nosotros mismos. Aprenderemos a ser conscientes de nosotros mismos y de lo que somos. Si me conozco a mi mismo, te conozco a ti. Todos formamos parte de todos. Estamos interconectados.

Tenemos que disfrutar el presente y no pensar demasiado en el pasado o en el futuro.

Castillo del conocimiento


El silencio es para uno mismo mientras que el conocimiento es para todos. Por eso este castillo es mucho mayor que el anterior y consta de una única sala diáfana. El conocimiento verdadero no se divide en secciones, poque todo él procede de una única verdad.

El conocimiento es la luz que que nos ayuda a encontrar el camino. No hay nada más bonito que la luz del conocimiento de uno mismo. Para aprender hay que ser humilde. Esta humildad también es necesaria para no culpar a los demás de nuestros errores en lugar de a nosotros mismos.

Debemos querer más y necesitar menos. Necesitamos amor de los demas cuando no nos queremos a nosotros mismos. Si no nos queremos a nosotros mismos, no podemos querer a los demás. Los necesitamos y eso nos impide quererlos.

Nuestra actitud es fundamental. Podemos ser enérgicos y cautivadores, que nuestros ojos brillen llenos de compasión y amor, bondad, inteligencia y altruismo. Esto nos hace atractivos, la perfección personificada. Nuestro potencial como seres humanos es ser bellos, inocentes y perfectos. Si los seres humanos nacemos así y somos perfectos, no tenemos que ambicionar ser mejor de lo que somos. Somos todos igual de buenos. Una persona sin ambición es una persona feliz.

Con su armadura, el caballero esconde sus sentimientos para intentar agradar a los demás

A veces estamos tan ocupados de querer llegar a ser que no disfrutamos del ser. Para que desear ser rico si eres bueno, generoso, afectuoso, compasivo, inteligente. ¿Cómo puedes ser más rico?

La ambición que viene de la mente lleva al deseo de riqueza material. Esta es la ambición mala. Sin embargo, la ambición que viene del corazón lleva a la felicidad, a alcanzar nuestro potencial, nuestro pleno desarrollo en beneficio de todos.

Castillo de la voluntad y la audacia


Al dragón del miedo y la duda lo podemos matar con el conocimiento de uno mismo, que nos proporciona seguridad sobre lo que somos. Tenemos que ser valientes y tener la voluntad y la audacia de probar el conocimiento de nosotros mismos. El conocimiento de uno mismo es verdad. EL miedo y la duda son ilusiones. Solo existen si creemos en ellas.

Si eres valiente y afrontas el dragón, hay una posibilidad de que te destruya. Pero si no te enfrentas nunca, seguro que te destruira. No podemos conocer lo desconocido si nos aferramos a lo conocido.

La identidad, las creencias (que es cierto y qué es falso) y los juicios (qué es bueno/está bien y que es malo/está mal) nos condiciona. Debemos despojarnos de nuestra armadura , de nuestros miedos y prejuicios, para sentirnos más ligeros y jóvenes. Desprenderse de todo ello nos prepara para hacernos responsables de nuestra vida, para no culpar a los demás de nuestros errores.

Nuestra voluntad de aceptar lo desconocido nos libera. Tenemos entonces el universo a nuestra disposición para experimentarlo y disfrutarlo. Esta liberación nos proporciona bienestar y nos permite ser sensibles a nuestro alrededor. El miedo a lo desconocido nos debilita los sentidos. La liberación nos permite captar la belleza de la vida y la naturaleza. Hace que nuestro corazón desborde amor por la vida y por el mundo en que vivimos. Radiamos luz intensa y bonita reflejo del amor que somos. El mundo es amor. La verdad es amor.


Opinión personal


Es un libro breve con una historia sencilla y arquetípica de caballería pero con enseñanzas muy profundas sobre la actitud que debemos tener ante la vida para intentar ser felices




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