Nos levantamos con mucha ilusión porque hoy era uno de los días más esperados del viaje. Íbamos al Parque Nacional Volcán Tenorio para hacer una caminata de unos 7 kilómetros a lo largo del Río Celeste y ver sus aguas de color turquesa, la Catarata, los Borbollones, la Laguna Azul y los Teñideros, donde el agua coge el color celeste casi por arte de magia. El día está nublado. Esperemos que no llueva mucho porque sino no podremos ver el color turquesa casi divino del Río Celeste.
Catarata del Río Celeste en Costa Rica
Mientras desayunábamos con algo de prisa (vienen a buscarnos a las 7:30am y el restaurante abre a las 7am) vimos entrar al grupo de franceses que habíamos visto en Tortuguero y a la familia de Bilbao con la que coincidimos en Tortuguero y también lo haríamos en Monteverde. Como en los hoteles anteriores, mi desayuno consistía en fruta (piña y sandía), zumo de frutas, cereales con leche fría, gallopinto, huevos revueltos, pancake dulce con algo de queso típico de Costa Rica y un café con leche con un trozo de bizcocho.
Mi desayuno en Costa Rica
A las 7:25 llegamos a la recepción y a los pocos minutos nos vienen a buscar de Sunset Tours para la excursión. Es nuestro octavo día en Costa Rica y en todos los traslados y excursiones siempre nos han venido a buscar puntuales. Somos solo nosotros dos con un guía, Jason, y un conductor, Kevin.
Al principio pienso que ser solo 2 puede hacer que sea algo menos divertida. Pero al final nos lo pasamos genial. Jason y Kevin eran muy agradables y en los trayectos acabamos hablando un poco de todo. Son 2 horas para ir y otras 2 horas para volver, así que tuvimos tiempo de hablar de la excursión en sí y de lo que podríamos ver, un poco de Costa Rica en general e incluso de fútbol, uno de los deportes nacionales de Costa Rica.
Durante la primera hora la carretera esta más o menos bien, en la línea de las carreteras de Costa Rica. Chispea un poco pero parece que no va a más. En Costa Rica el tiempo siempre te aporta algo de incertidumbre que te hace estar inquieto por si podrás disfrutar de los paisajes de Costa Rica en todo su esplendor.
Pasamos por Guatuso y los guías nos ofrecen parar a desayunar, pero hemos almorzado bien en el hotel y preferimos invertir ese tiempo en el Parque Nacional. Poco después de Guatuso la carretera se empieza a estrechar. Luego apenas hay dos estrechos carriles de cemento y finalmente solo queda una pista forestal pedregosa con pendientes increíbles.
El camino para llegar va por una zona muy rural que parece que te lleve al fin del mundo. Cuando estamos cerca del Parque Nacional pasamos por un puente sobre el Río Celeste. Hay buenas noticias, el río está azulillo. Jason nos dice que si en este punto tiene este color, quiere decir que más arriba estará bastante celeste. Respiramos con alivio y esperamos que se mantenga así al menos 2 horas.
Llegamos al punto donde está el restaurante y el punto de alquiler de botas. Alquilamos unas botas por 3$ para ir más cómodos por el barro y encargamos los platos del menú para la comida de después de la excursión. Acto seguido hacemos un breve trayecto en coche al punto de entrada del Parque Nacional.
Principales atractivos del Río Celeste en el Parque Nacional Juan Tenorio
Este Parque Nacional pertenece a 2 municipios más bien humildes que luchan por intentar captar los ingresos que genera. Únicamente hay una entrada por temas de costes del Gobierno, así que el restaurante está en lo que podría ser otra entrada pero que no lo es. Por eso entre el restaurante y la entrada hay que hacer un pequeño trayecto en coche. De esta manera, un municipio se queda con los ingresos de los tickets, y otro con los ingresos del restaurante.
Entramos al Parque Nacional y a los pocos minutos nos paramos junto a un tronco donde hay una pequeña serpiente venenosa. Es una víbora bocaraca. Que sea pequeña no quiere decir que sea menos peligrosa. Está mimetizada inmóvil enroscada junto al tronco.
Parque Nacional Volcán Tenorio en Costa Rica
Estamos unos minutos observándola mientras el guía nos explica sus características más llamativas, como sus pestañas, y características más generales de las serpientes. Por ejemplo su vista es bastante precaria y se orientan por mapas tridimensionales que crean con su lengua viperina junto con sensores de temperatura. Por eso aunque estés relativamente cerca de ella permanece inmóvil. No te ve bien, y lo poco que te ve, aprecia que eres demasiado grande para ella. Con el caso de la serpiente terciopelo es diferente, porque esta es territorial y te puede atacar solo por el hecho de pasar cerca de ella. De hecho, la serpiente terciopelo es la que causa más incidentes por mordeduras de serpientes en Costa Rica.
Serpiente en el tronco de un árbol del Parque Nacional Volcán Tenorio
Seguimos hacia las cataratas. El guía nos lleva a un ritmo elevado. Quiere llegar cuánto antes por si rompe a llover. La humedad es sofocante. A los 15 minutos llegamos a unas largas escaleras que hay que descender hacia las cataratas. El problema será luego subirlas.
Cuándo estamos llegando casi a las cataratas otro guía le dice al nuestro que hay un halcón joven en frente nuestro. Es habitual que entre los guías se vayan diciendo los animales que van viendo. Nuestro guía se emociona porque es poco habitual ver halcones jóvenes. Saca su guía y sus prismáticos e intenta identificar exactamente qué especie es.
Lo miramos a través de los prismáticos y, para ser joven, es bastante grande. Con gran habilidad y algo de ayuda Jason es capaz de hacerle una foto con el móvil a través de los prismáticos. El halcón está emitiendo sonidos constantemente para practicar.
Acabamos de bajar a las cataratas y realmente son preciosas, de un azul celeste que hace honor a su nombre. Hacemos muchas fotos y, amáblemente Jason se ofrece para hacernos una. Nos quedamos unos minutos admirando esta maravilla de la naturaleza mientras el guía nos comenta que nos espera un poco más arriba estudiando al halcón.
Catarata del Río Celeste en Costa Rica
La Catarata del Río Celeste crea un paisaje casi paradisíaco
La Catarata del Río Celeste es una de las imágenes más bonitas que me llevo de Costa Rica
Estamos muy contentos. No llevamos mucho tiempo en el Parque Nacional y ya hemos visto un montón de cosas destacables. Y el color celeste de la catarata ya no nos lo quita nadie. Pero lo bueno es que aún nos queda mucho por hacer. Lo primero, subir todas las escaleras de vuelta al sendero principal. Vemos una mujer mayor, de unos 75 años, subiendo las escaleras. Si ella puede, yo también.
Seguimos caminando por el barro del sendero principal hasta que poco después llegamos a la Laguna Azul, un punto donde el Río Celeste se ensancha creando una pequeña laguna azulada. Hasta ahora estos colores azules solo los había visto en el Parque Nacional de los Lagos de Plitvice en Croacia. Por suerte estamos unos minutos observando esta laguna, y mientras tanto, descansamos un poco. Afortunadamente, sigue chispeando pero no llueve intensamente, con lo que el río se sigue viendo azul.
Río Celeste en algún punto entre la Catarata y la Laguna Azul
Laguna Azul del Río Celeste
El color azul turquesa de la Laguna Azul es realmente bonito
Río Celeste justo después de la Laguna Azul
Seguimos nuestra ruta hacia el mirador del Volcán Tenorio con sus tres cráteres. El día está bastante nublado y no se ve nada salvo las copas de los árboles próximas al mirador. Seguimos hacia los Borbollones. Es curioso porque es una zona pequeña en una de las riberas del río que burbujea. Es como si esa zona estuviera conectada con las entrañas del volcán por la que salen gases.
Borbollones del Río Celeste en Costa Rica
Los borbollones del Río Celeste son originados por la actividad volcánica en la zona del Volcán Tenorio
Finalmente nos dirigimos al punto final del trekking: los Teñideros. Antes de llegar tenemos que pasar un par de puentes colgantes. El primero de ellos se balanceaba bastante pero era ancho y te podías agarrar fácilmente a las cuerdas a del puente a ambos lados. El segundo era más que un puente una pasarela estrecha inclinada con solo una cuerda a la que agarrarse. Este sí que daba sensación de peligro de caída al agua.
Puente Colgante de madera sobre el Río Celeste
Mini Puente Colgante de madera sobre el Río Celeste
Cuando llegamos veo algo casi mágico. Desde mi posición, hay una línea más o menos perpendicular a la corriente de agua en la que se produce un cambio de color. A la izquierda de la línea, agua transparente. A la derecha, agua celeste. Al parecer, toma este color por una reacción química con los sedimentos.
Río Celeste cerca de los Teñideros
Los Teñideros del Río Celeste en Costa Rica
Los Teñideros del Río Celeste me impactaron. Parece que el río cambia de color por arte de magia
En este punto la sensación que tengo es de una gran fortuna. Hemos podido ver el Río Celeste en todo su esplendor, con su color azul turquesa casi divino, tanto en la catarata, como en la laguna y los teñideros. Además habíamos visto serpientes y un halcón sin que apenas nos lloviera, pero la naturaleza no había dicho su última palabra.
Ya solo quedaba volver hacia la entrada del parque y luego al restaurante a disfrutar de una merecida comida. Nos quedaba un buen trecho de camino. Yo estaba algo cansado e incómodo por la humedad, pero las imágenes del río Celeste hacía que no me importara.
Cuando nos quedaba poco para llegar a la salida vimos otra serpiente de la misma especie que habíamos visto antes, una víbora bocaraca o de pestañas. Y cuando nos quedaban apenas 300 metros para salir, el cielo se abrió y empezó a caer un diluvio que hacia tiempo que no veía. A pesar del impermeable y del poco tiempo bajo la lluvia, nos mojamos bastante. Suerte que justo a la salida había un cobertizo donde estaban los lavabos donde nos pudimos quitar el impermeable empapado y esperar a que nos recogieran con el vehículo para ir al restaurante.
Serpiente enroscada sobre un tronco del Parque Nacional Juan Tenorio
Buho cerca de la salida del Parque Nacional Juan Tenorio
Llegamos al restaurante, me cambié las botas de agua y aproveché, antes de entrar, para quitarme la parte inferior de los pantalones desmontables. Seguía diluviando, pero ya estábamos a cubierto en el restaurante. Me bebí mi zumo de Tamarindo y me comí mi casado de carne de res muy a gusto. Uno de los guías se pidió un zumo chan, o según el, de huevos de sapo, para que lo viéramos. Es un fruto pequeño y redondo en agua en la que previamente se ha introducido un tinte azulado.
Tres típicos jugos de Costa Rica: en el centro jugo de tamarindo, a la derecha jugo de mora y a la izquierda jugo de Chan
Emprendimos el viaje de vuelta mientras seguía diluviando. Pasamos por un puente en el que el Río Celeste ya no era tal, sino de color chocolate. En ese mismo puente vimos un coatí funambulista atravesando el río sobre un cable. Poco después llegamos a una cuesta pedregosa y encharcada muy empinada que no tenía pinta de ser fácil de subir a pesar de la furgoneta 4x4.
Kevin, el conductor, hizo un primer intento y las ruedas empezaron a patinar sin que la furgoneta se moviera. Un segundo intento con el mismo resultado. El riesgo era que la furgoneta se desplazara lateralmente mientras patinaba y nos cayéramos a la cuneta. Para un tercer intento, nos desplazamos nosotros dos y el guía hacia la parte trasera para poner más peso en las ruedas de atrás, pero tampoco conseguimos subir la cuesta. Finalmente, Jason tomó el volante en lugar del conductor, bajo hasta abajo de la rampa, aceleró al máximo, metió segunda y tras botar de manera increíble sobre las piedras fuimos subiendo poco a poco hasta llegar a la parte superior. Fue como un subidón de adrenalina junto con un suspiro de alivio porque ya parecía que no seríamos capaces de salir de ahí. La clave fue meter segunda para que no patinaran las ruedas. Tras el intercambio correspondiente de conductores seguimos el camino de vuelta.
Habíamos salido ya de la parte del camino más rural, sinuosa y de pendientes más pronunciadas cuándo a la derecha aparecieron las 3 cumbres del Volcán Tenorio. Había parado de llover y el día se estaba despejando. Paramos un momento para hacer una foto y seguimos nuestro camino de vuelta.
Los tres cráteres del volcán Juan Tenorio en Costa Rica
Poco después vimos unos pájaros que volaban hacia unos árboles a nuestra izquierda junto a la carretera. Los guías nos dijeron que eran tucanes. Yo desde tan lejos era incapaz ni de intuirlo. Paramos un momento junto a la carretera y Jason me dejó sus prismáticos. Efectivamente eran tucanes! Lástima que estuvieran tan lejos.
La tarde se estaba despejando mucho y ya casi hacía buen día. Estaba muy esperanzado porque si aguantaba podríamos ver el cono perfecto del Volcán Arenal tanto a nuestro paso por La Fortuna como desde nuestro hotel.
Volcán Arenal en Costa Rica desde la carretera de entrada a La Fortuna
Cono perfecto del Volcán Arenal en Costa Rica desde La Fortuna
Efectivamente, poco rato después llegamos a La Fortuna y, salvo unas nubes que tapaban su parte media, pudimos ver el Volcán Arenal con sus dos cráteres. Al parecer en Costa Rica a la altura de 1000 metros se empiezan a formar nubes con mucha facilidad entorno a las montañas, y por eso cuesta a veces ver los cráteres de los volcanes (como en los volcanes Poás, Tenorio o Arenal).
Me hubiera dado mucha pena irme de Arenal sin haber visto el Volcán más conocido de Costa Rica habiéndome alojado junto a él, y esta incertidumbre nos había durado casi hasta el último momento porque nos íbamos a Monteverde a primera hora del día siguiente.
Entorno a las 5 de la tarde nos fuimos directamente a nuestra habitación para ponernos el bañador y disfrutar de una relajante sesión de hot springs. Pero antes nos hicimos unas fotos en el jardín de nuestra habitación con vistas al Volcán Arenal prácticamente despejado. Y en nuestra habitación nos encontramos la bonita sorpresa de dos tortugas realizadas con toallas adornadas con pétalos y la flor nacional de Costa Rica.
Tortugas hechas con toallas en nuestra habitación del hotel Volcano Lodge and Springs en Arenal
Volcán Arenal desde el jardín de nuestra habitación en el hotel Volcano Lodge and Springs
Volcán Arenal prácticamente despejado
El rato que estuvimos en las aguas termales con nuestro cocktail en la mano fue otro de los grandes momentos que recuerdo de Costa Rica. Un momento de pausa y descanso tras un día intenso.
Volcán Arenal tapado por las nubes tras las aguas termales del hotel Volcano Lodge and springs en Costa Rica
Hot Springs del hotel Volcano Lodge and Springs de cerca
Volcán Arenal tras la piscina del hotel Volcano Lodge and Springs
Aguas termales del Hotel Volcano Lodge and Springs en Arenal
Volcán Arenal al atardecer tras los hot springs del hotel
Volcán Arenal tras nuestra habitación de nuestro hotel
Durante los 12 días en que recorrimos Costa Rica hicimos la siguiente ruta:
Día 1 - San José
- Avenida Colón
- Plaza de la Cultura
- Teatro Nacional
- Recorrido en barca por los Canales de Tortuguero
- Excursión nocturna al Desove de las Tortugas
Día 4 - Tortuguero
- Caminata por los senderos de la Selva Tropical de Tortuguero
- Pueblo y playa de Tortuguero
- Parque Nacional de Cahuita
- Refugio de Vida Silvestre de Gandoca-Manzanillo
Día 7 - Traslado del Caribe Sur a Arenal
- Playa Cocles en Puerto Viejo
Día 8 - Arenal y Guanacaste
- Avenida Colón
- Plaza de la Cultura y Teatro Nacional
- Catedral Metropolitana y Parque Central
- Cuartel Bellavista y Plaza de la Democracia
- Casas coloniales en el Barrio de Amón
- Parques Nacional, España y Morazán
- Edificio Colonial del Antiguo Aeropuerto
Finalmente, más abajo tenéis otros países y ciudades que he visitado:
No hay comentarios:
Publicar un comentario