COSTA RICA: CAHUITA Y MANZANILLO ~ Beautiful places of Barcelona and Catalonia

martes, 28 de julio de 2015

COSTA RICA: CAHUITA Y MANZANILLO

Amanece lloviendo a cántaros. Nos llueve todo el día. Suerte que pedimos un paraguas en la recepción del hotel antes de salir porque sino con el impermeable hubiera sido insuficiente.

Desayunamos con un ojo en el reloj mirando de no perder el autobús de las 8:15 porque pasan pocos y hasta las 10:00 no hay otro hasta Cahuita. Pagamos los 655 colones del ticket y al llegar al asiento y comprobar el cambio vemos que el conductor nos ha timado unos 500 colones.

Restaurante del hotel Cariblue donde desayunábamos

La carretera es estrecha para los dos sentidos y llena de baches, algo a lo que me cuesta acostumbrarme. Bajamos en la estación de autobús, sin asfaltar, de Cahuita. Hay unas pinturas bonitas en las paredes que recogen la esencia de Cahuita: los Parques Nacionales y el ambiente afrocaribeño. Así que no pierdo ocasión de hacerme unas fotos junto a ellas.

Pintura sobre el entorno natural de Cahuita en la estación de autobuses

Otra pintura en la estación de autobuses de Cahuita, esta vez sobre la fauna de Costa Rica

Otra pintura sobre Cahuita y la cultura afrocaribeña del Caribe Sur de Costa Rica

Cambiamos unos 150$ en una oficina cercana del Banco de Costa Rica. 528 colones por dólar, es un buen cambio. Debido a que muchas cosas se pueden pagar en dólares, ya no volveríamos a cambiar dinero. Justo en la puerta de la oficina hay una persona de seguridad que te pregunta que gestión vas a hacer. Tanta seguridad a veces no sabes si es bueno o malo.

Salimos de la oficina dudando de qué calle nos llevaría directamente a la entrada del parque junto al pueblo, como habíamos leído. Enseguida una persona que iba en bicicleta amablemente nos indicó que siguieramos recto y luego a la derecha hasta el final. Luego resultó ser un guía con el que nos cruzamos dentro del parque.

Pueblo de Cahuita en el Caribe Sur de Costa Rica

Aunque estábamos a 5 minutos caminando de la entrada del parque y llevábamos chubasquero y paraguas, nos detuvimos bajo un tejado por la fuerte lluvia que empezó a caer. A los 10 minutos aflojó un poco y caminamos hacia el parque.

Parque Nacional de Cahuita

En esta entrada junto al pueblo, conocida como Kelly Creek, solo se paga la voluntad por una protesta del pueblo en el pasado que creía que el hecho de cobrar ticket en esta entrada les restaba turistas. Nosotros no fuimos muy espléndidos porque el conductor del autobús nos timó con el cambio unos 500 colones. Pero fue algo puntual, porque en Costa Rica no percibimos este tipo de picarescas. Al contrario, la gente se ve muy honesta.

Inicio del sendero del Parque Nacional de Cahuita por la entrada de Kelly Creek

Habitat del Caimán junto a la entrada de Kelly Creek del Parque Nacional de Cahuita

Nada más entrar en el parque vemos a la derecha una charca con un cartel que pone "Habitad del Caimán". Nos acercamos un poco a la charca a ver que vemos pero está todo en calma. No nos atrevimos a adentrarnos más. Empezamos a caminar por el único sendero amplio a pocos metros de la playa y paralela a esta.

A los pocos metros, a la izquierda, aparecen los típicos árboles del perezoso que aprendimos en Tortuguero y nos fijamos en sus copas a ver si hay suerte...y sí, vemos nuestro tercer perezoso en Costa Rica! Esta bastante arriba y apenas distinguimos sus forma característica con sus largos brazos estirados.

Perezoso en el Parque Nacional de Cahuita

Parque Nacional de Cahuita en Costa Rica

Sigue la lluvia y empiezan a formarse charcos en el camino. A lado y lado la vegetación es realmente verde, rebosando vida. Nos fijamos por si vemos ranitas o otros anfibios pero no vemos gran cosa: apenas algún saltamontes.

En un punto en que el camino se acerca a la playa salgo del sendero a caminar por la arena. La playa es estrecha y llena de restos de ramas y troncos de la tormenta tropical de principios de julio. Hay un oleaje considerable con lo que el aspecto de la playa no es muy bonito. Sin embargo sí que veo esa imagen de playa virgen y salvaje, con arboles junto a la arena típica de películas de naúfragos o de reality shows de supervivencia.

Playa Blanca en el Parque Nacional de Cahuita

Esto fue una pequeña decepción para mi porque una de las motivaciones que tenía para ir al Caribe sur de Costa Rica era ver playas vírgenes con aguas cristalinas en un día radiante, además de la cultura afrocaribeña. Y lo primero no fue posible. Para ello deberíamos haber ido en la estación seca, entre noviembre y febrero.

LLegamos hasta el río Suárez, que no se podía cruzar sin descalzarse y subirse los pantalones hasta las ingles. Había bastantes niños sin zapatos ni pantalones cruzándolo como diversión. Pero no vimos a nadie que lo cruzara para seguir caminando. Nosotros también decidimos volver. Con el día que hacia y tener que descalzarse para cruzar no valía la pena, así que decidimos volver. De esta manera podríamos coger el autobús de las 13:30 y ver, aunque fuera brevemente, la Reserva de Gandoca-Manzanillo.

Río Suarez en su desembocadura en el Parque Nacional de Cahuita

Laguna en el Parque Nacional de Cahuita

Volvimos por el mismo sendero refugiándonos en las casetas que había junto al camino de lo que llovía. Veíamos gente realmente empapada que iba sin impermeable ni paraguas. Entre caseta y caseta nos cayeron cosas de los árboles. Miramos hacia arriba suponiendo lo que encontraríamos y, efectivamente, nuestra intuición no falló: monos saltando de una rama a otra.

Mono en el Parque Nacional de Cahuita

Pajarito junto a su nido en el Parque Nacional de Cahuita

Cangrejo en el Parque Nacional de Cahuita

Al llegar a la entrada volvimos a buscar el árbol del perezoso por si lo podíamos volver a ver pero esta vez no hubo suerte. Salimos del Parque Nacional rumbo a la estación de autobús y a medio camino paramos en un colmado regentado por una persona asiática. Compramos agua y pan, que junto con los víveres que aún nos quedaban nos permitirían una cena decente en nuestra habitación.

Hacía mucha humedad y cuando llego a la estación de autobús tengo toda la ropa enganchada al cuerpo. Esperamos en la estación de autobús hasta que llega con algo de retraso el que nos llevaría a Manzanillo. Antes llegaron tres autobuses. Como tenía miedo de perderlo y no poder ir a Manzanillo entré en los tres preguntando si iban a Manzanillo. Los tres autobuses iban a Sixaola, el pueblo fronterizo con Panamá.

Manzanillo y Refugio de Vida Silvestre de Gandoca-Manzanillo

Finalmente cogemos el autobús a Manzanillo que a través de la lluvia, tras una hora de baches y de una carretera cada vez más estrecha, llega a Manzanillo, donde se acaba la carretera. Sorprende lo pequeño que es. Solo vemos sodas. Suponemos que la gente vive en las casas junto a la carretera que vimos desde el autobús poco antes de llegar al pueblo. Son las 14:30, así que vamos a comer a una soda, la soda Maxi's, situada cerca de la playa y de la parada de autobús. Igual que en Cahuita, la playa no tiene un aspecto muy espléndido, con muchas ramas y troncos sobre la arena.

Soda Maxi donde comimos en el pueblo de Manzanillo

Esperando la comida en la Soda Maxi de Manzanillo

Sigue lloviendo, aunque menos y parece que el sol aparece tímidamente. Intentaremos entrar a la Reserva de Gandoca-Manzanillo, gratuita, después de comer algo en la soda Maxi. Comemos muy bien por unos 7900 colones. Comida deliciosa. Casado con pollo en salsa, hummus de frijoles acompañado de una cerveza Imperial, nacional de Costa Rica.

Imperial es un de las cervezas nacionales de Costa Rica

Casado con pollo en salsa, pure de frijoles y tortitas de maíz

Hacia las 15:30 nos dirigimos hacia la reserva por una carretera solitaria junto a la playa. En la playa no hay nadie y su aspecto es algo desencantado debido a los troncos y restos de plantas sobre la arena.

Playa de Manzanillo en el Caribe de Costa Rica

Playa solitaria del pueblo de Manzanillo

Palmera junto a la playa de Manzanillo en el Caribe de Costa Rica

Barca junto a la playa de Manzanillo

Tras 10 minutos caminando esta carretera acaba en un puente colgante de aspecto bastante nuevo. De hecho, debe de serlo porque había leído previamente que en algunos casos entrar a la reserva era difícil si el nivel del río subía. Con este puente, esta dificultad desaparece. Así pues, fácilmente entramos en la reserva.

Casa poco antes de llegar a la Reserva de Manzanillo

Puente Colgante de entrada al Refugio de Gandoca-Manzanillo

Puente Colgante de entrada al Refugio de Vida Silvestre de Gandoca-Manzanillo

Atravesando el Puente Colgante de entrada al Refugio de Gandoca-Manzanillo

Según lo que nos habíamos informado, en esta reserva en principio no había senderos y tenía su riesgo adentrarse por la posibilidad de perderse si no se camina con la playa como referencia. Por ello la idea era ir caminando sobre la marcha y a la que viéramos riesgos darnos la vuelta. Para nuestra sorpresa, si que había sendero, así que empezamos a caminar escuchando la selva a ver si podíamos identificar algo de vida.

El primer objetivo era llegar a un mirador en Punta Manzanillo con bonitas vistas a una playa virgen. Estábamos solos. Apenas vimos otra pareja española. Teníamos que tener cuidado también con la hora, pues eran las 16:15. A las 17:30 empieza a oscurecer y a las 18 horas salía el último autobús hasta Puerto Viejo.

Playa del Refugio de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo en el Caribe de Costa Rica

Troncos soble la playa del Refugio de Vida Silvestre de Gandoca-Manzanillo tras una tormenta tropical

Llegamos al mirador sobre las 16:30 pero antes me salí del camino en un punto en que este tocaba la playa descubriendo un entorno tropical puro, típico de las películas de naúfragos supervivientes. Lástima del día tan poco apacible que hacía, muy nublado, aunque al menos ya no llovía.

A la izquierda del sendero que comienza en el puente colgante acaba apareciendo el mirador de Punta Manzanillo

Mirador del Refugio de Gandoca-Manzanillo

Las vistas de la playa de la reserva desde el mirador son realmente bonitas a pesar del viento, el barro y las nubes. Una vista puramente salvaje, en el sentido de virgen, potenciada por las inclemencias del tiempo. Íbamos fatal de tiempo, con lo que superé el record de fotos por segundo que hice al cocodrilo de Tortuguero.

Vista desde el mirador de Punta Manzanillo

Vegetación abundante junto a la playa de Punta Manzanillo

Vista más de cerca de la playa de Punta Manzanillo

Eran casi las 17:00 así que con paso ligero volvimos sobre nuestros pasos hacia el puente de entrada a la reserva sintiendo nuevamente la gran humedad del Caribe. Finalmente llegamos 15 minutos antes de que saliera el autobús, casi de noche, con tiempo para descansar un poco y entretenernos evitando las polillas y demás insectos que nos rodeaban.

Pintura junto a la soda Maxi que vi mientras esperábamos el autobús de vuelta

El autobús salió puntual y 30 minutos más tarde llegamos a nuestro hotel agotados. Eran las 18:30 y noche profunda. Hacia 10 horas que habíamos cogido el autobús dirección Cahuita. Suerte que habíamos comprado algo de pan para poder cenar en la habitación porque ya no tenía fuerzas para más.

Durante los 12 días en que recorrimos Costa Rica hicimos la siguiente ruta:

Día 1 - San José